30.1.07

NOS DEBEIS UN CUENTACUENTOS
El viernes por la noche se celebró el vigésimo séptimo cumpleaños de Ruth, esa maravillosa muchacha (27 años no son tantos, o al menos así lo espero) de profesión veterinaria y de afición sus masajes (sus de ella, quiero decir a ella y principalmente en los pies). La celebración se desarrolló en un local bastante cuco y más helado que sorbete de lima situado junto al Mercado de Jesuitas, y en ella se celebró un cuentacuentos, bailes orientales, exhibición de air guitar y levantamiento de vidrio en barra. Todo fue a la perfección, al menos yo me lo pase como un enano, pero hubo una cosilla que me dejó mal sabor de boca y que os pido me ayudéis a subsanar.
Lo que ocurrió fue que des pues de dos horas de baile cuenta cuentos y demás, hubo un momento en que todo el mundo quería entregar sus regalos a la homenajeada y marcharse a casa porque ya era tarde. En todo su derecho estaban pero no se percataron que aun quedaban dos cuentos por relatarse: el mío y el de Pedro Corpa.
A mi personalmente tampoco me importa tanto, el cuento, como mas tarde veréis no es gran cosa, se cuenta en cinco minutos y me lo preparé esa misma mañana mientras iba a trabajar, además como yo era un contador con el que no se contaba (perdón por el retruécano) tampoco me extrañó demasiado . Pero en el caso del cuento de Pedro me da mas rabia porque el si que iba a contar desde el principio y se fue un poco dolido por no haberlo podido hacer dadas las horas que eran.
De este modo anuncio que voy a tratar de organizar un cuentacuentos al que estáis todos invitados, como público o como contador, para subsanar este error y quitarme el gusanillo de las tablas (hace años que no me subo a un escenario).Aun no se ni donde ni cuando pero os exijo que, si os interesa, me deis el coñazo hasta que me mueva y lo haga.
La otra razón de este artículo es mostraros el cuento que elegí, prácticamente al azar para mi actuación. Ya me diréis que os parece a mi me hizo gracia.

No hay comentarios: